Desde nacimiento se nos desarrollan patrones de movimiento y postura, de los cuales hay algunos hasta inconscientes.
Muchas costumbres nos ahorran tiempo y trabajo, pero otras nos resultan deletéreas.
Con el tiempo, éstas se vuelven mas fijas y se nos provocan un desperdicio de esfuerzo y energía que interfiere con realizar nuestros propósitos.
Maestros de la técnica Alexander se dedican a observar y influir estos patrones.
Son hábiles de facilitar el suelto de tensiones profundas y crónicas, con la combinación de manipulación suave y consciencia guiada.
Resulta una experiencia sensoria enteramente nueva. Todo se hace si mismo, libre del esfuerzo. Los dolores se disuelven ya que el cuerpo no desperdicia tanta energía en luchar contra si mismo.
Lo mejor de todo es que Usted mismo lo aprende a hacer con solo aplicar su fuerza mental.